venerdì 25 ottobre 2013

Papa Francesco e i nuovi Movimenti

Il dialogo di Bergoglio con congregazioni, istituti, associazioni e movimenti, senza dimenticare qualche criticità

ANDRES BELTRAMO ALVAREZ

Francesco ha ricevuto senza fare differenze i principali leader dei movimenti, delle congregazioni, associazioni e degli istituti in udienze private. Ha saputo anche rispettare quelle famiglie religiose con le quali aveva avuto delle divergenze in passato. In particolare una criticità è rappresentata dall’Istituto del Verbo Incarnato, opera nata in Argentina e che non sempre ha avuto un rapporto facile con il Vaticano.

Bergoglio e il rapporto con istituti, congregazioni, movimenti e associazioni

Lo scorso 11 ottobre, Jorge Mario Bergoglio ha incontrato Julián Carrón, presidente della Fraternità Comunione e Liberazione. Durante l’incontro, il Papa ha confessato di aver conosciuto l’opera fondata da don Luigi Giussani a Buenos Aires durante gli anni Novanta, riconoscnedo che il movimento ha portato una boccata di «aria fresca» nella chiesa, secondo quanto ha rivelato lo stesso Carrón in una lettera a tutti i membri del movimento.

 

Il Papa ha anche concesso udienze a Maria Voce, responsbaile del movimento dei Focolari;  Andrea Riccardi, fondatore della Communità di Sant’Egidio; il presidente dell’Azione Cattolica Franco Miano e i vertici internazionali dell’associazione, Kiko Argüello, del Camino Neocatecumenale; a Javier Echevarría, prelato del Opus Dei e il rettore maggiore dei Salesiani, Pascual Chávez Villanueva per fare alcuni nomi.



Evidentemente l’elenco e molto più lungo e comprende anche molti altri incontri e gesti di apprezzamento e valorizzazione nei confronti di movimenti, associazioni, istituti e congregazioni. Naturalmente Francesco ha una particolare attenzione verso la Compagnia di Gesù, il suo ordine per il quale ha piiù volte auspicato un“autoriforma”.



Durante il viaggio a Río de Janeiro, a luglio, Bergoglio ha ammesso di aver avuto in passato un’idea sbagliata sul movimento del Rinovamento nello Spirito Santo e ora ha mutato il suo approccio. «Ho cambiato idea, mi ero sbagliato», ha confessato. Tanto che lo scorso 9 settembre ha ricevuto in udienza a Roma Michelle Moran, presidente del International Catholic Charismatic Renewal Services (ICCRS) e a Matteo Calisi, presidente dela Catholic Fraternity of Charismatic Convenant Communities and Fellowships (CFCCCF), verificando di persona il valore del movimento, insieme agli altri riuniti a Roma in maggio nel corso della giornata a loro dedicata a maggio nell'ambito dell’Anno della Fede.



Il caso dell'Istituto del "Verbo Incarnato"

Una situazione problematica è al contrario quella relativa all'istituto del Verbo Incaranto sorto in Argentina cje è stato negli ultimi tempi al centro di polemiche. Un primo passo verso uan normalizzazione dei rapporti con Roma è stata l'accettazione delle dimissioni da parte del Papa del prete Carlos Antonio Ávila, e la nomina successiva nomina del 19 settembre,del successore Pedro Ramírez López, come Superiore Ecclesiastico della “Missio sui iuris” nel Tadjikistan.



Il Pontefice ha voluto rispettare una missione affidata dai suoi predecessori a una famiglia religiosa con la quale, in passato, aveva avuto divergenze, espresse nel corso del discorso ai membri dei vertici del Consiglio Episcopale Latinoamericano (CELAM), riunito nel Centro di Studi di Sumaré a Río de Janeiro, nel luglio scorso.




Nel suo messaggio parlava di una tentazione ideologica del cristiano, definita come «pelagiana» e che si manifesterebbe attraverso la proposta di restaurazionismo. «Davanti tutti i mali della Chiesa si cerca una soluzione solo nella disciplina, nella restaurazione di atteggiamenti e forme superate che, anche culturalmente, non ha capacità significativa», aveva detto.

 

E avvertiva: «In America Latina si da spesso in piccoli gruppi, in alcune nuove Congregazioni Religiose, in tendenze esagerate verso la “sicurezza” dottrinale o disciplinaria. E’ fondamentalmente statica, non ostante si possa promettere una dinamica verso l’interno: involuziona. Cerca di “riprendere” il passato perduto».




Il Papa non ha avuto dubbi nel sottolineare che questa corrente lo “spaventa”, sopratutto perché i rappresentanti del “Verbo Incarnato” considerano la Chiesa «un disastro». A braccio, aveva anche aggiunto: «Nel primo anno di Pontificato di Benedetto XVI ho dovuto intervenire in un caso del fondatore di un movimento di questo segno. Nel suo discorso aveva detto: “La Chiesa, così com’è oggi, bisogna lasciarla fallire da sola, perché ne Benedetto XVI, con tutta la teologia che sa, potrà salvarla. Noi, a formare i nostri quadri per rinnovare la Chiesa., restaurandola”.



Anche senza citarla in modo diretto, il Papa ha fatto riferimento, al fondatore, dell'Istituto del "Verbo Incarnato" padre Carlos Miguel Buela. Un’istituzione che in diverse occasioni è stata sotto la lente d’ingrandimento del Vaticano e negli ultimi anni è dovuto allontanarsi  dalla sua “casa madre” in Argentina,  trasferendosi in una diocesi nei pressi di Roma. Ora Papa Francesco ha deciso di rispettare la presenza dell'Istituto nel paese asiatico.

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"Un movimiento es como una familia: Te permite ser tú mismo"


MIRADA21.ES

Fueron muchas voces las que auguraron que con el nuevo Papa, los movimientos seglares de la Iglesia perderían fuerza y hasta acabarían por desaparecer. Sin embargo, los más de 90.000 miembros del Opus Dei, los 46.000 de Comunión y Liberación o los 68.000 del Regnum Christi parecen decir lo contrario. 

Lejos de estar en vías de extinción, estos movimientos cada día reciben las solicitudes de nuevos miembros que desean vivir su espiritualidad dentro de estas comunidades. La JMJ, con 3,7 millones de participantes, puso de manifiesto la voluntad de los jóvenes de buscar a Cristo. Son chicos universitarios que encuentran en estas comunidades el impulso necesario para seguir el mensaje del Evangelio. 

Ángela Cabrea. 18 años. Pertenece al Opus Dei. 

Un ejemplo de este tipo de jóvenes es Ángela. Con 18 años recién cumplidos acaba de empezar Medicina en la Universidad de Córdoba. Conoció al Opus Dei en el colegio, pero no fue hasta acercarse a la mayoría de edad cuando decidió ingresar en la Obra. “Desde pequeña he estado en un colegio de fomento y estos colegios, como sabemos, están muy vinculados al Opus Dei. Pero lo cierto es que cuando comencé a acercarme realmente fue hace unos meses, a raíz de que una amiga me invitase a participar en una de las actividades de estudio que se organizan con frecuencia en los clubs de la Obra. Sin duda alguna esta amiga fue un instrumento de Dios para acercarme a Él”, explica. 

Ángela tiene claro que el ingresar en el Opus fue voluntad de Dios. “Yo me incorporé cuando Dios quiso, ni un segundo antes ni uno después. Y esto fue a principios de este último verano. Siempre me dijeron que el verano de segundo de bachillerato sería el mejor verano de mi vida. ¡Cuanta razón!. Pertenecer a la Obra me da una paz gigante, porque sé que esto es lo que Dios quiere para mí”, se emociona. 

Ángela es consciente de que mucha gente se aparta de este tipo de comunidades por desconocimiento. “El mensaje de la Obra es sencillo: buscar a Dios en las cosas de cada día, llegar a Él mediante el trabajo bien hecho en la vida cotidiana. Esta espiritualidad es, en realidad, la de cualquier cristiano laico que pone a Dios en el centro de su vida”, aclara. “Yo diría a los jóvenes que se animen a conocer unos movimientos y otros, que el de arriba tiene preparado un camino para cada uno de nosotros y que una vez que lo descubrimos y lo tomamos la felicidad está garantizada”, finaliza con entusiasmo. 

Ignacio Pou. 22 años. Es miembro del Regnum Christi. 

Para Ignacio Pou, por su parte, el Regnum Christi (RC) “no es otra cosa que una misión”.” De algún modo, el carisma que el Espíritu Santo nos ha entregado y que está fuertemente ligado a la misión y a la evangelización a través de la propia vida y obras hace que, irremediablemente, pertenecer al Regnum Christi no solo sea un medio para vivir la fe, una familia o un modo de entender la vida cristiana sino que "obliga" al que pertenece al movimiento a esforzarse por realizar su vida en la misión que Dios le ha confiado”, comenta este estudiante de Periodismo. 

Conoció el movimiento desde pequeño, y ya entonces quiso hacerse miembro. “Mi madre y, más tarde, mi padre son del RC. Mis hermanos mayores empezaron ya desde los 7 u 8 años a ir a los clubes del ECyD (RC para niños) y yo desde bien pequeño esperaba con ganas a tener la edad para poder ir yo también al club. A partir de ahí, con la incorporación al ECyD (ya no como club sino, además, como movimiento) fue un camino de formación y crecimiento en la fe y en lo humano que me ha llevado de forma natural a pertenecer, una vez terminada la etapa del ECyD, al RC”, asegura. 

A pesar de ello, cuando creció decidió conocer otras realidades de la Iglesia para tomar esa decisión de una forma más madura y meditada “Cuando digo que llegué "de forma natural" al RC por haber ido al club cuando era pequeño no es del todo cierto. Obviamente el RC era una continuación en el carisma en que había crecido y me había formado, pero eso no quita que, llegado un punto, valorara otras opciones e incluso otros movimientos a los que admiraba por muchas y distintas cosas.De hecho, estuve yendo a reuniones y encuentros de Comunión y Liberación y puedo decir que una parte de lo que soy ahora se lo debo a las personas de ese movimiento que me ayudaron”, recuerda. 

Al final, resumen Ignacio, “un movimiento no es algo distinto de una familia, cada una tiene la suya y es en su casa donde se siente cómodo y donde puede ser él mismo y dar lo mejor”. "No es que en una parroquia uno no pueda sentirse cómodo, pero no es raro que alguien sienta que necesite una atención y una vivencia de la fe más personal, sea porque no alcanza a llevarse con el cura, sea porque este está demasiado. Lo que permiten los movimientos es atender a grupos de gente con una vocación o una sensibilidad para la fe semejante y que se siente llamados a formar una comunidad y a compartir la vida en la vivencia de la fe”, concluye. 

Rosa Guajardo-Fajardo. 21 años. Vive su fe en el Camino Neocatecumenal.

Rosa estudia Medicina en la UFV. Define el Camino Neocatecumenal como “un itinerario cristiano en el que se redescubre el verdadero sentido del bautismo. Consiste en un camino personal de profundización en la Fe acompañado por una comunidad que conoce tu realidad, tus pecados y tus sufrimientos”.

La dinámica del Camino es sencilla: “Cada comunidad se apoya en un trípode: palabra, eucaristía y convivencia. Por ello todas las comunidades tienen una celebración a la semana que consiste en la liturgia de la palabra, una eucaristía también semanal (correspondiente a la misa dominical) y una convivencia de domingo al mes en la que, además de rezar, las personas de la comunidad conviven (valga la redundancia) como hermanos”, detalla Rosa.

Para Rosa, el Camino Neocatecumenal ha sido una experiencia de familia. “Yo conocí el Camino Neocatecumenal a través de mis padres y hermanos, por lo que ya desde pequeña iba con ellos a la Eucaristía. Alcanzada una cierta edad se propone hacer las catequesis y, acompañada por ciertos jóvenes que ya se habían convertido en mi amigos y otras personas que vieron carteles que anunciaban las catequesis, realicé este cursillo empezando mi itinerario personal”, rememora.

Muchos de sus amigos le preguntan a menudo por qué decidió vivir su fe dentro de este movimiento. “Ante esa pregunta tan frecuentada por mis amigos yo siempre contesto: ¿Qué persona se entera por un amigo de que hay una playa estupenda y no va cuando tiene la oportunidad? Cuando ves a tus padres, a tus hermanos y a muchos amigos de tus padres y hermanos viviendo de una manera diferente, poniendo a Dios en el centro de sus vidas, superando problemas muy duros y sin perder nunca la fe, realmente decides que quieres esa felicidad para tu vida”, mantiene con firmeza.

A pesar de las críticas de ciertos sectores de la sociedad, esta alumna de Medicina solo encuentra elementos positivos en su pertenencia a esta comunidad. “Para mí este camino es una oportunidad para acercarme más a Cristo de una manera libre y sencilla en la que no se me exige ser de una determinada forma sino simplemente creerme que Dios, como padre que es, me quiere tal y como soy con mis fallos y mis pecados. Cuando esto pasa de ser una simple teoría a una verdadera y experimentada realidad la calidad de tu vida cambia por completo. Pasas entonces de ser alguien que vive la vida intentando levantarse continuamente apoyado en su propio bastón y agotando sus fuerzas, a ser otra verdaderamente feliz apoyándose en la Cruz”, sonríe emocionada.
Adriana Pujol. 21 años. Comparte su fe con Comunión y Liberación. 

Adriana estudia Periodismo y Comunicación. Es una chica alegre y divertida, muy alejada de la idea de joven “amargada” que, en ocasiones, ofrecen algunos medios de comunicación. Conoció Comunión y Liberación gracias a una amiga. “Lo conocí cuando la que ahora es mi mejor amiga, que entonces era tan solo una conocida, no me contestaba el típico "no te ralles" al que estamos más que acostumbrados actualmente, si no que me ayudaba con consejos y respuestas que no había visto antes. Yo quería saber de donde salían esas respuestas, esa mirada, esa forma de enfrentarse a las cosas y de vivir”, rememora. 

Decidió unirse al movimiento “ a los pocos meses de conocerlo”. "Vi que la vida que se proponía, la forma de mirar la realidad, de pensar, de compartir era apasionante y muy atractiva para mí. Se trata de un movimiento que promueve la vida en comunidad, la compartición de experiencias y testimonios y la reflexión sobre lo que acontece diariamente en nuestra vida.”, comparte. 

Para Adriana, pertenecer a un movimiento implica no estar solo. “Al menos mi movimiento me ayuda a vivir sin teorizar demasiado y sin que se limite a un "ve a Misa y no peques". Puedo compartir con más gente lo que me pasa, que esa gente lo haya vivido, lo entienda o tenga algo que decir. Puedo exponer mis dudas, mis miedos. Es un sitio en el que no se me juzga por los fallos, se me mira por la persona que soy. Puedo ser yo misma con estos amigos. Me ayuda a ver que la vida sirve para algo más. Me ayuda a no ahogarme en los problemas cotidianos y a no perder el rumbo cuando estoy más confundida”, sonríe con alegría. 

“Hoy muchos jóvenes tienen miedo a acercarse a la Iglesia. Yo les diría que prueben. No se pierde nada por escuchar y por probar. Si tienes inquietud tienes que moverte, las cosas no van a venirte solas. Si tienes miedo a que te coman la cabeza solo tienes que ser sincero contigo mismo y poner siempre en duda lo que se dice, para que de ahí sepas contestarte "de lo que he visto.. ¿qué es real? ¿a caso yo me invento algo?". Hay que ser justo con lo que a uno le ha pasado en la vida. Los movimientos siempre tienen algo de verdadero, hay qué buscar qué nos llama más”, aconseja para concluir. 
camineo.info