sabato 2 aprile 2022

Kiko Arguello: Pregon de la Pascua 2022 y canonización del beato Carlos de Foucauld.

 


El Pregon de la Pascua 2022 en Madrid (el dia 29 de marzo) empieza con la noticia de la canonización del beato Carlos de Foucauld.

«Este acontecimiento es una buena noticia no solamente para mí, sino para todo el Camino,

 porque fueron tres los santos, y los tres son franceses, que me llevaron a las barracas

 y me acompañaron en Palomeras Altas: Santa Teresita de Lisieux, Santa Isabel de la

 Trinidad y Carlos de Foucauld, que todavía no era ni beato ni santo. Ahora lo van a

 canonizar el 15 de mayo».

«En el mensaje que me dijo la Virgen: “Hay que hacer comunidades como la Santa Familia de Nazaret, que vivan en humildad, sencillez y alabanza; el otro es Cristo”, en las barracas la humildad la representaba Carlos de Foucauld, la sencillez, Teresita de Lisieux y la alabanza, Sor Isabel de la Trinidad».

«Cuando estaba en Bellas Artes, al padre Aguilar, un dominico del convento de Atocha, le dieron una beca de la fundación Juan March, y me invitó, junto con otros tres, a realizar un viaje por toda Europa para conocer la relación entre el arte protestante y el arte católico. Antes de empezar el viaje, hicimos un retiro en el desierto de los Monegros, que está en Aragón, y allí, que hay una parte muy desértica, con una serie de grutas, y allí estaba, por casualidad, el padre Voillaume, que es el fundador de los hermanitos de Foucauld».

«Él estaba con unos profesos. Allí me fui a rezar a la gruta de San Pancracio. El padre Voillaume puso en mis manos las obras de Carlos de Foucauld. Yo me quedé sorprendido al ver en ella que todo estaba basado en el tiempo escondido de la Familia de Nazaret. Hacía un eco de lo que yo había recibido de la Virgen.
Varios años más tarde, convencido de que Jesucristo estaba en medio de los pobres, me fui a las barracas de Palomeras, no para hacer asistencia social ni para anunciar nada ni para predicar el Evangelio, quería, como Carlos de Foucauld vivir a los pies de  Jesucristo, entre los más pobres, quería vivir una espiritualidad monacal, silenciosa, de contemplación al misterio de Cristo entre los hombres. 

Mi ideal era la espiritualidad de Carlos de Foucauld, que estaba basada toda sobre la vida oculta de Jesús en Nazaret, de vivir allí en silencio. Pero allí, en las barracas, me encontré que Dios tenía otro proyecto para mí.

«Carlos de Foucauld, después de vivir seis años en un monasterio trapense en Francia, fue a Israel, tenía ilusión de que en el Monte de las Bienaventuranzas, quería que hubiera allí una capilla con la presencia real de Cristo, de Jesús sacramentado. Vivir allí como un desierto, como un monje, adorando el Santísimo Sacramento. Una familiar suya le ayudó a comprar el terreno, pero eran arabes y les estafaron  y le robaron todo, no pudo realizar su sueño».

«Sin embargo, nosotros lo hemos cumplido, con la construcción en el Monte de la Bienaventuranzas de una capilla donde constantemente está expuesto el Señor. Encima de la capilla he hecho una escultura que representa a Jesucristo predicando el sermón de la Montaña, y debajo está el Santísimo en exposición permanente. Se ha realizado así el deseo de Carlos de Foucauld, un santo que siempre ha estado muy cerca de mi vida y que en este tiempo Pascual será canonizado. Damos un aplauso a Carlos de Foucauld».