venerdì 18 settembre 2015

Papa Francesco - Collegamento televisivo con le Scholas occurrentes, trasmesso dalla CNN (testo spagnolo)



Papa Francesco - Collegamento televisivo con le Scholas occurrentes, trasmesso dalla CNN (testo spagnolo)
(a cura Redazione "Il sismografo")
Si riporta qui di seguito la trascrizione completa delle parole del Santo Padre.
Introducción…
Papa. “Se ríen. Smile”.
…continúa introducción…
Papa. ¿Y sobre qué problemas han hablado ustedes?
… continúa introducción. Saludo de un joven. “Hola Papa Francisco”.
Papa. Hola, ¿cómo estás?
Pregunta. La prima domanda, da New York, riguarda la responsabilità della tutela dell’ambiente. 
Papa. Es una de las cosas que hay que empezar desde la juventud: hacerse cargo del cuidado del medio ambiente. El medio ambiente, en este momento, forma parte de los excluidos. Está gritando que le prestemos atención, que lo cuidemos. Entonces, ¿cómo un joven puede hacerse cargo del medio ambiente? Primero de todo, viendo los problemas que pasan en tu barrio, en tu ciudad, en tu nación, ¿qué problemas del medio ambiente existen? O, cuando lees las noticias, por ejemplo: el oso polar en Alaska se tuvo que ir más arriba todavía. ¿Por qué? Porque empieza la disolución de los glaciales. Entonces, darse cuenta que hay problemas graves, pero también hay problemas pequeños. En la Encíclica hay varias cositas que podemos hacer. Indicaciones. Por ejemplo, usar siempre material biodegradable. Ustedes saben que una bolsa de plástico que no es biodegradable, se queda allí por milenios y eso hace daño al medio ambiente. Usar todas las cosas biodegradables. Si trabajan en el campo, en la huerta, los jóvenes, darse cuenta que el monocultivo hace daño a la tierra. El cultivo tiene que ir variando, según los años, para que la tierra se reponga, se rehaga. O sea, buscar maneras concretas que ustedes puedan hacer. El derroche de papel es impresionante. El derroche de electricidad. Eso obliga a las usinas a utilizar medios de fabricación de electricidad que envician el medio ambiente. Cuidar la casa común. El medio ambiente es la casa común. Hablando con una persona que conoce esto, hace un tiempo, yo le decía: “Sí, tenemos que tomar decisiones para las generaciones que van a seguir, para nuestros hijos”. Y me contestó: “Si las cosas siguen así, yo me pregunto, ¿habrá nuevas generaciones?”. El problema es grave. Tomar conciencia, tomar conciencia. En el océano Pacífico, por ejemplo. Islas del océano Pacífico, incluso que son Estados independientes, en veinte años, si siguen así las cosas,  no van a existir. Entonces, ¿yo qué puedo hacer desde mi lugar? Lo poquito que yo haga, pero es poquito más poquito, más poquito, más poquito. Sumar la voluntad de salvar nuestra casa común.
Pregunta. La seconda domanda, di una ragazza di La Habana, riguarda la capacità di leadership del Papa
Papa. Mira, yo solamente te digo una cosa: un líder es buen líder si es capaz de hacer surgir entre los jóvenes otros líderes. Si un líder quiere ser líder él solo, es un tirano. O sea, el verdadero liderazgo es fecundo y, cada uno de ustedes, cada uno de ustedes, tiene la semilla del liderazgo adentro. Háganla crecer. Sean líderes en lo que les toca ser líderes. Líderes de pensamiento, líderes de acción, líderes de alegría, líderes de esperanza, líderes de construcción de un mundo mejor. Ese es el camino para ustedes, pero la semilla la tienen ustedes. Los liderazgos únicos hoy son y mañana no son. Si no siembran liderazgos en los demás, no sirven, son dictadores. Yo no tengo ganas de ser dictador. Por eso, me gusta sembrar, no sé.
Pregunta. La terza domanda è posta da una ragazza di New York, che mostra una grande fotografia con un albero morto, su un ramo spoglio di questo albero sta appollaiato un uccellino
Papa. Sí, en la foto, el árbol está muerto, el pájaro está vivo. Ese pájaro tiene necesidad, de aquí a unos meses, de hacer un nido para poner los huevos y tener pajaritos, pero si el árbol está muerto, ¿cómo va a poder hacer su nido? Así es cuando no se cuida el ambiente. Una muerte trae otra muerte. Una muerte trae otra muerte y, entonces, en vez de sembrar crecimiento, en vez de sembrar esperanza, sembramos muerte. El camino es al revés: cuidar la vida. Y una vida trae otra vida. La imagen, la foto más linda sería un árbol vivo y un pajarito vivo. Así estamos nosotros ahora. Parte de la humanidad está muriendo, pero muere sola y hace morir a otros, no deja que otros vivan. Es muy significativa la foto que vos elegiste.
Pregunta. La quarta domanda, di un ragazzo di La Habana, riguarda l’embargo nei confronti di Cuba 
Papa. Aleluya. Voy a hacer lo posible, todo, para no olvidar. Construir puentes o desbloquear para que haya comunicación, para que la comunicación de lugar a la amistad. Una de las cosas más lindas es la amistad social. Eso es lo que a mí me gustaría que ustedes lograran: la amistad social.
Pregunta. Una domanda da New York è sulle possibilità e i diritti all’educazione per i giovani.
Papa. Ya. La educación es uno de los derechos humanos. Un niño tiene derecho a ser amado. Un niño tiene derecho –derecho humano- a jugar. Un niño tiene derecho a aprender a sonreír. Un niño tiene derecho a la educación. Y así, podemos seguir enumerando los derechos. Creo que estamos en un momento de crisis en el mundo sobre la educación. ¿Vos pensás la cantidad de niños que, en los países que están en guerra en este momento, no tienen educación? Miles y miles de niños. Pensá en los miles y miles de niños excluidos de la posibilidad de la educación. Es un desafío. Es un desafío que hay que enfrentar. Y tenemos que empezar nosotros. Educarnos entre nosotros. El servicio de educarnos. No esperar hasta que los Estados se pongan de acuerdo o los Gobiernos se pongan de acuerdo. Pasarán muchos años porque es difícil. El pacto educativo está roto. Educarnos entre nosotros. Cuántos chicos de la edad de ustedes, cuántos chicos y chicas van los fines de semana, días feriados, a educar, a dar clases a otros, a enseñarles. Es un derecho humano la educación. Un pueblo que no es educado, o por la guerra o por todas las razones que hay para no poder tener educación, es un pueblo que, decae, decae, decae, incluso, puede caer hasta el nivel de los instintos. Así que, ustedes, si quieren hacer algo, organícense para ayudar a los Gobiernos, a los Estados, a educar a los chicos que no tienen acceso directo a la educación. Un niño tiene derecho a jugar. Y parte de la educación  es enseñar a jugar a los chicos porque uno aprende a ser social en el juego, uno aprende la alegría de la vida. Comprométanse con la educación de los chicos. La educación es un derecho humano.
Pregunta. Ancora una domanda riguarda il diritto dei bambini “a giocare”, a vivere in pace e in allegria. In questo contesto, il Papa prende dalla tasca un piccolo proiettile che gli è stato dato da un ragazzo di un paese in guerra e fa riferimento ad esso.
Papa. Derecho a jugar. Derecho a la alegría. Derecho a sonreír. Te cuento una sola cosa: esta mañana recibí un grupo de jóvenes. Un joven era de un país de guerra y me regaló esto. Esto es un proyectil de los que caen continuamente en su ciudad y los chicos, para sobrevivir, tienen que estar encerrados en su casa, no tienen derecho a jugar. Hay otros sitios donde el niño no tiene derecho a jugar, simplemente porque vive la angustia del hambre, de la soledad, de la calle. ¿Vos sabés cuántos chicos viven en la calle? Nosotros hemos perdido la noción de la cantidad de chicos que no tienen la alegría del juego, o por la guerra, o por la pobreza, o porque viven en la calle. Y esos chicos que no saben comunicarse con la alegría del juego, son presa de los tratantes. Los usan para la delincuencia juvenil, para el robo, para la droga, para la prostitución, para tantas otras cosas. Quizás, la mejor manera de empezar a educar a los chicos es darles la posibilidad de que puedan jugar. Acuérdense de este proyectito. Cientos de chicos escondidos, sin poder jugar para no ser muertos.
Comentario del moderador. A conclusione, il moderatore invita il Papa a piantare simbolicamente un olivo che si trova collocato in un vaso lì vicino, e chiede al Papa di dargli il proiettile per seppellirlo nella terra che viene posta alla base dell’olivo di pace. Così avviene.
Papa. Y enterrar el proyectil como un signo.
Saluto conclusivo del Papa.
Papa. Un gusto haber pasado este rato con ustedes. Sigan adelante. No tengan miedo, no tengan miedo. El miedo paraliza. Ustedes muévanse. Tantas cosas hay que hacer. En las manos de ustedes está el futuro. Ahí está. Llévenlo adelante. Que Dios los bendiga. Y cada uno, desde su confesión religiosa, le pido que rece por mí. Gracias. Gracias.


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Fedeltà al Vangelo, dialogo, pace: ecco la geopolitica di Francesco
Avvenire
(Stefania Falasca) Rileggere oggi, alla partenza di papa Francesco verso Cuba e Stati Uniti, quanto è di recente trapelato dai documenti confidenziali della Casa Bianca e del Dipartimento di Stato per la preparazione del primo incontro tra il Papa e Obama avvenuto un anno e mezzo fa in Vaticano, è certamente indicativo, e non solo per comprendere i rapporti che Washington spera di consolidare con la Santa Sede il prossimo 24 settembre al Congresso Usa. 
In quelle carte l’amministrazione statunitense, oltre ad evidenziare alcuni temi in comune, rilevava un aspetto particolare: la pastoral conversion, la conversione pastorale definita come «marchio» del pontificato di Francesco. Una pastorale «che sta prendendo forma con modalità importanti», si faceva osservare e, considerando «la presa del pontefice sulla scena globale»,  così concludeva: «Ciò significa che le sue azioni pastorali avranno ampie implicazioni politiche». 
Una notazione puntuale, questa, perché la conversione pastorale suggerita da papa Francesco a tutta la compagine ecclesiale ha segnato anche uno scarto rispetto a prerogative geopolitiche. Affrancandosi dal modello di una Chiesa con preoccupazioni di protagonismo, come lobby d’influenza, condizionata dalle proprie aspirazioni di rilevanza pubblica, Francesco ha destrutturato e derubricato definitivamente anche l’automatismo che identificava la Chiesa cattolica come correlato religioso dell’Occidente a guida nord-atlantica. 
Ma proprio il lucido affrancamento di Francesco dalla conquista di spazi di potere e da linee strutturate di pensiero politico-teologico ha favorito e favorisce la prontezza e la presa delle iniziative del Papa, che puntano sulla pazienza di favorire o di accompagnare i processi senza rivendicarne una supremazia, come nel caso presente dei riaperti rapporti tra Cuba e Stati Uniti. E paradossalmente vede adesso precisamente Francesco, primo papa nella storia, varcare le porte del Congresso americano. 
Proprio quindi perché il Papa non persegue un suo disegno geo-strategico e non viaggia per affermare l’agenda di una leadership politica, le sue considerazioni e il suo magistero diventano interessanti e interpellanti anche politicamente per i poteri del mondo. I compiti e gli obbiettivi della diplomazia pontificia sono stati del resto chiaramente espressi dal Segretario di Stato Pietro Parolin fin dall’inizio del suo incarico: «Essi consistono nel costruire ponti, nel senso di promuovere il dialogo e il negoziato come mezzo di soluzione dei conflitti, diffondere la fraternità, lottare contro la povertà, edificare la pace. Non esistono altri interessi e strategie del Papa e dei suoi rappresentanti quando agiscono sulla scena internazionale». 
La prospettiva strettamente pastorale e la natura evangelica missionaria sono perciò matrice originaria e imprescindibile anche di questo viaggio: «Sono pastore di una Chiesa senza frontiere che si sente madre di tutti» (Evangelii gaudium, 210).
Il decimo viaggio di Francesco, che lega in tre tappe nord e sud del continente, si colloca tra un precedente itinerario in Sud America e un prossimo in Africa, a poca distanza dall’inizio del Sinodo sulla famiglia e dall’apertura dell’Anno Santo della misericordia. Le importanti coordinate temporali e circostanziali nelle quali questo viaggio apostolico si svolge esigono pertanto particolare attenzione. E offrono certamente occasione per far emergere la declinazione di quei criteri pratici di fondo nella valutazione delle questioni contingenti, comprese quelle ecclesiali, che Papa Bergoglio ha esplicitato nell’Evangelii gaudium: il tempo è superiore allo spazio, l’unità prevale sul conflitto, la realtà è superiore  all’idea, il tutto è superiore alla parte. 
Francesco arriva a Cuba in un momento particolare della storia che vede l’avviarsi delle nuove relazioni diplomatiche tra L’Avana e Washinghton, con la necessità di migliorare i rapporti internazionali nel loro insieme oltre a tentare di superare definitivamente l'embargo imposto dagli Stati Uniti, e dove si attende un miglioramento nel processo di riforme interne insieme a un approfondimento delle relazioni Chiesa-Stato. Arriva alla Casa Bianca e al Congresso nel mezzo delle discussioni sulla questione dell’embargo a Cuba, del nucleare in Iran, del Medio Oriente e lo scoppio di una crisi epocale dei rifugiati. Parla all’assemblea generale dell’ONU nel corso della quale dovrà essere sancito il programma per lo sviluppo 2015-2030, e incontra infine le famiglie a Philadelphia, nucleo originario del suo viaggio. Tutto è collegato nell’orizzonte delle urgenti responsabilità verso la vita nella sua interezza e il progresso della società umana nella casa comune. È dunque più che prevedibile che nei suoi interventi Francesco s’incentri sulle tematiche e le priorità già ampiamente espresse nel suo lucido e variegato magistero sociale, a cominciare dall’Evangelii gaudium e dall’enclica Laudato sì. Dalla giustizia sociale, base per una duratura pace, ai conflitti armati spesso dettati del traffico d’armi e di droga. Dalla lotta alla fame e alla povertà, all’uso corretto delle risorse naturali, alla distribuzione delle ricchezze per un’economia inclusiva e sostenibile e non sottomessa alla finanza. Dalla libertà nella pluralità e non esclusione all’urgenza di accogliere i migranti, alla politica come servizio per il bene comune e all’impegno doveroso per la tutela dell’ambiente e attuare «una cultura della cura». 
Se la forza del metodo del dialogo nella fedeltà a Cristo è l’unica arma in grado di detonare conflitti e aiutare a superare le differenze, avviare riconciliazioni e avvicinare per una sempre maggiore reciproca comprensione e solidarietà, la sua parola saprà essere liberante da schematismi e condizionamenti dettati da bellicosi antagonismi dialettici e polarizzazioni ideologiche che hanno spesso contagiato anche il corpo ecclesiale. 
Il servizio alla persona e all’intera umanità reso con coraggio dal vescovo di Roma resta quello di “colui che getta ponti”, “colui che unisce”, secondo l’etimologia propria del suo titolo di pontefice, pastore della Chiesa universale “che presiede nella carità”. E così con la sola libertà dettata dall’amore Francesco parte oggi per L’Avana a mani nude, quelle di un padre che non impone programmi e non è contro nessuno, guardando come sempre in faccia uno a uno, da Castro a Obama, dal primo dei vescovi all’ultimo dei senza tetto di Washington o dell’ex ghetto di Harlem, nella possibilità di rinascita e di pace promesse dal Vangelo.